Cualquiera se cansa de milongas, y quiere querer y también ser querido. Confieso haber vivido, afuera del margen, de lo permitido y de la moral. Que mezcla de orgullo y de miedo.
Que brille el sol en el cielo, que brille el cielo en el río, y la luz en tu ventana, adonde estamos dormidos.
Que brille el sol en el cielo, que brille el cielo en el río, y la luz en tu ventana, adonde estamos dormidos.